El pasado 22 de noviembre Alcalá recibía la noticia, en exclusiva a través de nuestras redes sociales, de la dimisión del presidente de la Hermandad de Los Trabajos y Misericordia, D. José Antonio Garaballu, junto con su vicepresidente, y un vocal.
A partir de entonces, la Hermandad se ha mantenido en un continuo suspense en el que ningún miembro de la actual junta se ha manifestado.
Frente a esto, su ya ex-presidente ha mantenido una charla con Entre Cofrades Complutenses en la que argumenta detalladamente su dimisión.
En primer lugar, cabe recordar que la figura de Garaballu está presente desde la fundación de la misma, pero no sería tras la marcha de Domarco, cuando este entraría como cabeza de grupo en la Junta Gestora, y tras superar la deuda que recibió del anterior mandato, su junta y él se presentó en las elecciones.
A raíz de entonces, José Antonio y su junta trabajaron por el presente y futuro de la Hermandad, ampliando el patrimonio con la compra de un Estandarte y manto nuevo para la Virgen, recuperando la Casa Hermandad, o haciendo nacer el proyecto de una Banda de Cornetas y Tambores que acompañara la Estación de Penitencia.
No obstante, las desavenencias comienzan cuando el grupo de camaristas de la Virgen se muestran en desacuerdo con las acciones y presencia del prioste durante el trabajo de estas, así como la incorporación del cargo de ayudante de prioste. En este conflicto, José Antonio decidió no posicionarse con ninguna postura, lo cual fue interpretado por las camaristas como un apoyo por parte de él hacia el prioste. Esto llevó al desacuerdo de las encargadas de vestir a la titular mariana, llegando a retirar la palabra al entonces presidente, respaldadas con la intervención de sus respectivos maridos que, según afirma Garaballu, llegaron a faltarle el respeto.
Esta situación llevó al hermano mayor a decantarse por la dimisión antes que vivir dentro de su Hermandad una vivencia más natural de enemigos que de hermanos. Así lo hace saber a su vicepresidente, y acuerda quedarse hasta que el Mercado Cervantino y el Triduo finalicen.
Durante el Mercado Cervantino la convivencia se agrava hasta el punto de tener que intervenir la policía municipal en una disputa entre "partidarios" de la postura de las Camaristas, y "partidarios" del neutralismo del presidente.
Tras esto, el Triduo transcurre desde la ruptura de la Junta, en la que mitad de esta no se habalaba con la otra mitad.
Paralelamente a esto, Garaballu descubre que desde el interior de su propia Junta se ha iniciado la intención de formar otra Junta alternativa, promovida por uno de sus miembros.
Días antes de hacer efectiva su dimisión, las camaristas debían ataviar a la Virgen acorde con la Festividad de Todos los Santos. Debido al enfrentamiento entre ellas y Jose Antonio, lo hicieron de forma ajena a él, prescindiendo del ajuar completo que posee la Señora, y vistiéndola con lo que ellas poseían. Respecto al resultado de esto, la otra parte de la Junta se mostró insatisfecha, por lo que les pidió a las camaristas que se ciñieran al luto acorde con la fecha, prescindiendo del verde de la saya, y el fajín de hebrea. Las camaristas no modificaron su actuación, por lo que el propio presidente se puso en contacto con un vestidor que revistió por completo a la imagen.
Todo esto, motivó a Gabarallu a día 31 de octubre a presentar su carta de dimisión a su Junta, seguido de sus compañeros el vicepresidente primero, y uno de sus vocales.
A día 15 de noviembre, Jose Antonio entregó todas las posesiones de la Hermandad como recibos de gastos e ingresos, listado de Hermanos, llaves, etc. Y presentó su dimisión al Obispado de Alcalá el 24 de noviembre.
Es entonces, cuando Garaballu se lleva consigo parte de sus aportaciones como la página web de la cofradía (que pasa a tener carácter "no oficial"), o el proyecto de creación de la banda de cornetas y tambores. Y anuncia que seguirá como desde los inicios, siendo hermano de la corporación del Miércoles Santo, pero ajeno a la junta.
Desde su blog "no oficial", que está abierto a colaborar con la Hermandad en la difusión de sus comunicados, José Antonio denuncia el incumplimiento de los estatutos internos por parte de la actual Junta, al no informar a sus hermanos vía e-mail o carta, ni de convocar un Cabildo General en el que sus hermanos eligan democráticamente quien va a afrontar el cargo de presidente.
En base al reglamento de la Cofradía, este cabildo debería haberse convocado en un plazo inferior al mes desde la dimisión de un hermano mayor, y también estipula que el mínimo de miembros que esta tiene que tener es de siete, y no de seis como son actualmente.
Al ver leer estas declaraciones, Antonio Rodríguez Cortés, representando a los miembros actuales de la junta (en funciones), manifiesta que están concluyendo los temas ya iniciados que urgen su terminación, y preparando el cabildo para principios del mes de enero, lo cual estaría permitido por los Estatutos Marco, en el que se nombrará al Hermano Mayor, e informará de la situación patrimonial.
A su vez, hacen referencia a la política de silencio llevada hasta ahora con el fin de mantener la discrección y no dañar más a la Hermandad, según les habría recomendado su asesor espiritual.
Editado el 08/12/2014.
