Siempre será Semana Santa en tu corazón

viernes, 20 de febrero de 2015

¡Qué Semana Santa la de aquel año... ¿Te acuerdas?!

La Cofradía del Cristo de los Doctrinos continuaba su papel reconstruyendo los restos de la que había sido la Semana Santa en nuestra ciudad.
Durante los años 1846 y 1848, organizó una pequeña procesión general formada por las Imágenes ya habituales del Cristo de Universitario, la Virgen de la Esperanza (llegada a la Cofradía en 1945), Jesús con la Cruz a Cuestas propiedad de las Juanas (posteriormente rescatado por la Adoración Nocturna), y el Cristo Yacente (por aquel entonces llamado de la Luz), propiedad de las Bernardas.
Además, en 1948, nació la tradición complutense de que el Cristo de los Doctrinos se detuviera frente a la puerta de la antigua prisión de la calle Colegios, donde era venerado por los reclusos.

Circular y boletín de adhesión a la refundada Hermandad del Santo Entierro. 23 de marzo de 1949
     Al año siguiente, a tres semanas de Semana Santa, se promueve una comisión en busca de hermanos para que se asociaran a la Cofradía del Santo Entierro la cual estaba en vías de refundación. Y así fue, como en la medianoche del Viernes Santo de 1949, y con el único sonido del redoble de un tambor, en plena penumbra de la calle, desfilaron un total de cuarenta nazarenos con la túnica antigua de la Hermandad, cuyo coste se valoró en 120 pesetas, al que se le añadía la peseta que se estableció como cuota mensual por pertenecer a la cofradía.
El Cristo con el que procesionaron era el mismo que hasta 1931 lo había hecho, es decir, el perteneciente a las religiosas dominicas de Santa Catalina de Siena, las cuales no pusieron impedimiento alguno en prestarlo.
La destrozada urna del Cristo Yacente, durante la Guerra Civil, fue rescatada y reconstruida; y entre su cortejo, se contó con la bandera de la Cofradía del Cristo de la Buena Muerte cuyo depositario era el único superviviente de la corporación y la cedió, de manera que sigue presidiendo en nuestros días dicha procesión.
    Así fue, como a finales de la década de los 40, nuestra ciudad contaba con dos cofradías, la del Cristo de los Doctrinos, y la del Santo Entierro y de la Paz y Caridad.


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